La historia del GLP
La historia del GLP es bastante reciente; este gas licuado de petróleo fue desarrollado en Estados Unidos entre 1900 y 1912, cuando se descubrió que la gasolina sin refinar tenía gases como propano y butano que se evaporaban rápidamente. En 1911, el químico Walter Snelling ideó un método para separar y licuar estos gases, dando origen al GLP. En 1932 se establecieron las regulaciones NFPA para el gas licuado, y en 1934 se comercializó el primer cilindro de GLP.
Durante las décadas de 1940 y 1950, el sector creció con la construcción de nuevas refinerías y el transporte ferroviario. En los años 60, el gasóleo reemplazó al carbón y la producción de GLP aumentó. La crisis del petróleo en 1973 fomentó su comercialización internacional. Entre 1975 y 1985, Oriente Medio amplió considerablemente su capacidad de exportación.
En los 80, las exportaciones de GLP se expandieron a nivel mundial. Actualmente, en nuestro país, existen más de 700 estaciones de servicio que suministran GLP, una opción económica y ecológica frente a los combustibles tradicionales para vehículos.
¿Qué es el GLP o Gas Licuado del Petróleo?
El Gas Licuado de Petróleo es un combustible derivado de la mezcla de dos hidrocarburos principales: propano y butano, junto con otros en menor proporción. Se obtiene mediante la refinación del petróleo crudo o a través de la separación del crudo o gas natural en los pozos de extracción.
El GLP es incoloro e inodoro en su estado natural, por lo que se le añade un agente «odorizante» para facilitar la detección de posibles fugas. Bajo condiciones normales de temperatura, el GLP se encuentra en estado gaseoso. Sin embargo, al someterse a presiones moderadas o enfriarse, se convierte en líquido, lo que facilita su transporte y almacenamiento. En su forma líquida, se almacena típicamente en contenedores de acero o aluminio.
Este combustible es una opción energética limpia y respetuosa con el medio ambiente, ya que no contiene azufre ni plomo y tiene un bajo contenido de carbono. El GLP es considerado un combustible verde, versátil y moderno, con múltiples aplicaciones que van desde el uso doméstico hasta el industrial y el automotriz. Su capacidad para reducir emisiones de contaminantes lo convierte en una excelente alternativa para diversificar la matriz energética del país.
Además, es utilizado en calefacción, cocina, refrigeración y en vehículos, tanto en automóviles particulares como en flotas comerciales. Su versatilidad y eficiencia energética hacen del GLP una opción cada vez más popular en diversas partes del mundo, contribuyendo a una mayor sostenibilidad y reducción de la huella de carbono.
¿Cuáles son las características del GLP?
Para saber que es el Gas Licuado de Petróleo con más exactitud es necesario que sepas cuales son las características de este combustible:
El GLP se almacena y transporta en estado líquido en tanques especiales que lo mantienen bajo presión. A temperatura ambiente, permanece en estado gaseoso. En su forma líquida, es incoloro y transparente, y no tiene olor. Para detectar posibles fugas, se le añade etil mercaptano, una sustancia con un olor penetrante. Además es altamente inflamable y, al escaparse, se vaporiza rápidamente, encendiéndose violentamente en presencia de una llama o chispa. Su combustión es limpia y eficiente, sin generar humos, hollín o cenizas, lo que resulta en bajas emisiones tóxicas al medio ambiente.
Este combustible tiene un alto poder calorífico por unidad de peso y volumen y un contenido mínimo de azufre. Su uso permite un ahorro significativo en combustible y mantenimiento, ofreciendo una opción económica y ecológica. El GLP tiene un elevado octanaje, superior a 100, lo que previene el «pistoneo» del motor, mejorando su rendimiento y prolongando la vida útil del aceite lubricante y del motor en general.
Además, este combustible es versátil y se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, incluyendo calefacción, cocina, refrigeración y como combustible para vehículos. Su capacidad para reducir las emisiones contaminantes y su eficiencia energética lo convierten en una opción cada vez más popular para diversos usos, promoviendo una mayor sostenibilidad y una menor huella de carbono.
Preguntas Frecuentes
Un litro de GLP líquido se transforma en 272,6 litros de gas para el propano y 237,8 litros de gas para el butano.